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lunes, 3 de octubre de 2016

8. MATILDE Y EL ASTEROIDE EROS



      Matilde echaba chispas por los cráteres de su piel, estaba enfadadisima, miró hacia las pantallas y comprobó que Marco Polen se había perdido en algún recorrido interplanetario. Se dirigió a la doctora Ros empuñando un periódico como si fuese un sable para atravesar el aire.

    - ¡Eureka!, al fin te encuentro a solas, ¿has leído esto, sobrina?

      Rosmar leyó la noticia del periódico, "el asteroide Eros 433 visitó España el 1 de Febrero de 2012 a una distancia de 26,7 millones de kms, se le ha podido ver con un simple telescopio".

    - Sí, pero de eso hace mucho tiempo no creo que tengas nada que temer tita Mati.

       La doctora Ros conoció a Matilde cuando esta acababa de aterrizar, parecía más bien un pedrusco carbonizado, con aquel aspecto era difícil que alguien la echase en falta aunque su planeta tuviese nombre. Por su parte, la doctora había perdido a la última de sus tías terrenales y no se resignaba a estar sola, familiarmente hablando. Había llegado el momento de comprobar si la máquina fusionadora de gammas meteorolíticos funcionaba en contacto con los tejidos homeopáticos, aún no sabía cuanto tardaría en transformar aquel enorme trozo asteorizado en un ser viviente que tuviese órganos y citoectoplasmas a imagen y semejanza de un ser humano, para lograrlo hizo venir a la Dra. Vichifta de la University Vallavalencia y dispusieron el cuerpo terrenal y el asteroidal en una incubadora gigantesca añadiendo circuitos e implantando dosis craneoencefialíticas. Cuando llegó el momento de ponerla en pie e integrarla como terrícola. Sellaron el evento brindando con un tinto y una rubia; la bebida era de las pocas cosas en las que no coincidían. Mati estaba pensativa, dobló el periódico y se sentó a beber una cerveza.

    - No le conoces bien sobrina, Eros es muy presumido y todo porque es un asteroide de tipo S, muy brillante al tener silicatos de magnesio y hierro. Nunca me perdonó ser más fotografiada que él cuando nos visitó la nave NEAR, esa que envió la NASA, de los U.S.A., pasó tan cerca de mi que no me dio tiempo a esconderme detrás del sol.

       No se habían percatado de la entrada de Peter Alado en la sala, hasta que éste habló.
    - Recuerdo a Yeomans, el encargado de ajustar la navegación óptica, dijo que "si no se sabía exactamente dónde estabas, no se te veía nada", me comentó: que la posición del Sol detrás de ti, hizo todavía más difícil el trabajo. Incluso llegó a temer que tuviese que explicar las 530 imágenes que había obtenido el Near.

    - Así que, ¿tú conocías mi auténtica personalidad?. Preguntó Matilde.
    - Claro -contestó Peter- Incluso sé que residías entre la órbita de Marte y Júpiter, pero me hice el tonto cuando caíste en la Tierra.

    - ¡Ay, no me lo recuerdes! Cuando aterricé parecía una berenjena abollada, recién sacada de una mina de carbón. No es que mi aspecto de ahora sea mucho mejor, al menos la doctora Ros me dio un aspecto terrícola.

    - Ahora le sería imposible reconocerte piensas y hablas como uno de nosotros, tienes dobles circuitos electromagnéticos. Dijo Peter Alado.

    - Sí, mi sobrina hizo un gran trabajo conmigo. Pero hace tiempo, Lolta, la traductora de lenguas vivas y muertas me dijo que cuando Eros pasó por aquí hacía un ruido extraño, luego ella lo tradujo y decía algo así como: "Mira cómo va, mi negra, vamo´ a bailar..., mulata, vente ya pa, acá.., " y lo decía mientras miraba la plaza de toros donde aterricé.

    - ¡Por Pluto! -dijo la doctora Ros- No hagas caso, estaría oyendo la radio y se confundió. Sabe tantos idiomas que, a veces, no sabe ni lo que dice. Es capaz de confundir a Celia Cruz con las Azúcar Moreno y quedarse igual de ancha. Nunca sabe si se llama Laura o Lolta.

    - Que no, que yo la creo, si hasta vio como se convertía en un platillo volante para meterse en el salón de una casa.

    - Mira Mati, aquí tengo una foto tuya de cuando eras asteroide.

    - ¡Ay! No quiero ni verla, Peter, de no haber sido porque caí en blando y los rayos de la luna me fueron aclarando, me habrían convertido en adoquín de asfalto por lo negra que era y..,

      Callaron, entraba Mars la Secretaria privada de asuntos generales.

    - Marco Polen lleva un buen rato tratando de mostrarse en los monitores y no hacéis caso -dijo, mientras enchufaba los cables a la red y casi se electrocuta- Por cierto, hace rato llamó Juankar desde el supermercado, decía que no encontraba la sal de lágrimas, ha habido una invasión de alienígenas en el Estrellatemerca, cree que buscaban berenjenas o boniatos chamuscados, no estaba muy seguro. Juankar ha tenido que intervenir con su lanzallamas, salieron huyendo en un ovni, llevándose las calabazas más grandes que encontraron.

    - ¿Ves? Eros no ha sido capaz de encontrarte. Susurró la doctora.

    - ¡Ay! -suspiró Mars, mirando a Peter Alado- con lo que me gustaría que me encontrara Eros, hace tiempo que le busco pero, no me ve.

       Desde los monitores llegó la potente voz de Marco Polen.
    - ¡Eureka! Al fin os encuentro ¿podéis decirme qué pasa con Juankar? Sólo le pedí que comprara lágrimas de risa y estoy a punto de llorar.

    (R.J.M./3.10.16 (28.8.13) 

3 comentarios:

  1. Lo único que saco en claro, es que me hace gracia leerte, me hago tal lío con los protagonistas, que al finalizar, tengo que volver a releerlo. Ya no se si estoy en la tierra o en que planeta.

    Un abrazo Rosa.

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  2. A mi me gusta, pero me pasa un poco lo que a mi tocayo, que me pierdo un poco con algunos nombres y lo tengo que releer.

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  3. Lo siento mis queridos Pedros, (P. Gómez y P. Mateos) volveré a hacer la lista de los viajeros, en este caso Peter Alado es un astronauta joven, luego ninguno de vosotros es el que figura en este episodio. Tomo nota de del problema y expondré con claridad, cada uno de los personajes. Volveré a hacer la lista de viajeros.
    Os agradezco muchísimo vuestra lectura.
    Recibid un montón de besos lunáticos.

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