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lunes, 3 de octubre de 2016

8. MATILDE Y EL ASTEROIDE EROS



      Matilde echaba chispas por los cráteres de su piel, estaba enfadadisima, miró hacia las pantallas y comprobó que Marco Polen se había perdido en algún recorrido interplanetario. Se dirigió a la doctora Ros empuñando un periódico como si fuese un sable para atravesar el aire.

    - ¡Eureka!, al fin te encuentro a solas, ¿has leído esto, sobrina?

      Rosmar leyó la noticia del periódico, "el asteroide Eros 433 visitó España el 1 de Febrero de 2012 a una distancia de 26,7 millones de kms, se le ha podido ver con un simple telescopio".

    - Sí, pero de eso hace mucho tiempo no creo que tengas nada que temer tita Mati.

       La doctora Ros conoció a Matilde cuando esta acababa de aterrizar, parecía más bien un pedrusco carbonizado, con aquel aspecto era difícil que alguien la echase en falta aunque su planeta tuviese nombre. Por su parte, la doctora había perdido a la última de sus tías terrenales y no se resignaba a estar sola, familiarmente hablando. Había llegado el momento de comprobar si la máquina fusionadora de gammas meteorolíticos funcionaba en contacto con los tejidos homeopáticos, aún no sabía cuanto tardaría en transformar aquel enorme trozo asteorizado en un ser viviente que tuviese órganos y citoectoplasmas a imagen y semejanza de un ser humano, para lograrlo hizo venir a la Dra. Vichifta de la University Vallavalencia y dispusieron el cuerpo terrenal y el asteroidal en una incubadora gigantesca añadiendo circuitos e implantando dosis craneoencefialíticas. Cuando llegó el momento de ponerla en pie e integrarla como terrícola. Sellaron el evento brindando con un tinto y una rubia; la bebida era de las pocas cosas en las que no coincidían. Mati estaba pensativa, dobló el periódico y se sentó a beber una cerveza.

    - No le conoces bien sobrina, Eros es muy presumido y todo porque es un asteroide de tipo S, muy brillante al tener silicatos de magnesio y hierro. Nunca me perdonó ser más fotografiada que él cuando nos visitó la nave NEAR, esa que envió la NASA, de los U.S.A., pasó tan cerca de mi que no me dio tiempo a esconderme detrás del sol.

       No se habían percatado de la entrada de Peter Alado en la sala, hasta que éste habló.
    - Recuerdo a Yeomans, el encargado de ajustar la navegación óptica, dijo que "si no se sabía exactamente dónde estabas, no se te veía nada", me comentó: que la posición del Sol detrás de ti, hizo todavía más difícil el trabajo. Incluso llegó a temer que tuviese que explicar las 530 imágenes que había obtenido el Near.

    - Así que, ¿tú conocías mi auténtica personalidad?. Preguntó Matilde.
    - Claro -contestó Peter- Incluso sé que residías entre la órbita de Marte y Júpiter, pero me hice el tonto cuando caíste en la Tierra.

    - ¡Ay, no me lo recuerdes! Cuando aterricé parecía una berenjena abollada, recién sacada de una mina de carbón. No es que mi aspecto de ahora sea mucho mejor, al menos la doctora Ros me dio un aspecto terrícola.

    - Ahora le sería imposible reconocerte piensas y hablas como uno de nosotros, tienes dobles circuitos electromagnéticos. Dijo Peter Alado.

    - Sí, mi sobrina hizo un gran trabajo conmigo. Pero hace tiempo, Lolta, la traductora de lenguas vivas y muertas me dijo que cuando Eros pasó por aquí hacía un ruido extraño, luego ella lo tradujo y decía algo así como: "Mira cómo va, mi negra, vamo´ a bailar..., mulata, vente ya pa, acá.., " y lo decía mientras miraba la plaza de toros donde aterricé.

    - ¡Por Pluto! -dijo la doctora Ros- No hagas caso, estaría oyendo la radio y se confundió. Sabe tantos idiomas que, a veces, no sabe ni lo que dice. Es capaz de confundir a Celia Cruz con las Azúcar Moreno y quedarse igual de ancha. Nunca sabe si se llama Laura o Lolta.

    - Que no, que yo la creo, si hasta vio como se convertía en un platillo volante para meterse en el salón de una casa.

    - Mira Mati, aquí tengo una foto tuya de cuando eras asteroide.

    - ¡Ay! No quiero ni verla, Peter, de no haber sido porque caí en blando y los rayos de la luna me fueron aclarando, me habrían convertido en adoquín de asfalto por lo negra que era y..,

      Callaron, entraba Mars la Secretaria privada de asuntos generales.

    - Marco Polen lleva un buen rato tratando de mostrarse en los monitores y no hacéis caso -dijo, mientras enchufaba los cables a la red y casi se electrocuta- Por cierto, hace rato llamó Juankar desde el supermercado, decía que no encontraba la sal de lágrimas, ha habido una invasión de alienígenas en el Estrellatemerca, cree que buscaban berenjenas o boniatos chamuscados, no estaba muy seguro. Juankar ha tenido que intervenir con su lanzallamas, salieron huyendo en un ovni, llevándose las calabazas más grandes que encontraron.

    - ¿Ves? Eros no ha sido capaz de encontrarte. Susurró la doctora.

    - ¡Ay! -suspiró Mars, mirando a Peter Alado- con lo que me gustaría que me encontrara Eros, hace tiempo que le busco pero, no me ve.

       Desde los monitores llegó la potente voz de Marco Polen.
    - ¡Eureka! Al fin os encuentro ¿podéis decirme qué pasa con Juankar? Sólo le pedí que comprara lágrimas de risa y estoy a punto de llorar.

    (R.J.M./3.10.16 (28.8.13) 

sábado, 16 de julio de 2016

EL INVENTO DE KARMIÑA ATXIS


Observatorio de Karmiña

Mucho había tenido que insistir la doctora Ros para que Karmiña Atxis, observadora desde el Puente Colgante Leré, mostrara su invento, estaba anonadada ante los artilugios presentados. Se trataba de un lavador, secador, peinador giratorio que se colocaría en el techo de la nave aristoliana, no solo secaba el pelo, también lo peinaba. Para que funcionase sólo era preciso activar el sonido de un tamboril, le parecía un exceso que los secadores llevaran un tambor en el interior. El invento fue muy bien acogido por las mihembras, que también podrían pintarse las uñas y con sólo levantar los brazos, como si fuesen a bailar la jota, el esmalte quedaba seco.

No sucedió lo mismo con los miembros, quienes en su mayoría, consideraron el secador colgante como un manifiesto ataque capilar. Sabido es que las cabezas, de los científicos astronautas masculinos, brillan como bolas de billar o casi, porque no tienen un pelo de tontos y los pocos que tienen, salvo honrosas excepciones, los pierden de tanto pensar. Una de las pocas cabezas para las que era util el invento, era la de Mariano y algún otro que se las daba de lucir melena pero se negaba a poner su cabeza debajo del secador colgante y aerodinámico. Obligado a utilizar el invento, se demostró que su pelo era tan volátil que se quedó pegado en el techo, incluso la caspa no era tal, a punto estuvieron de infectarse de piojos plastificados.

En definitiva, los miembros opinaban que era una mamarrachada, la utilización del secador colgante aerodinámico, que lavaba, secaba, peinaba y si querías te lo planchaba. El invento hubiese sido desechado, a no ser por las damas astronautas y Mariano al que todos querían rapar la cabeza. A cambio, solicitó que para ponerle en marcha, se pudiesen bailar bulerías y fandangos, en vez del aurresku y la jota a lo que Karmiña Atxis accedió, aunque tendría que cambiar parte del mecanismo.

Desde los distintos observatorios empezaron a llover peticiones de secadores. Una de las primeras en verlo fue Carmen Fra, desde la Piedra de los Muchachos, en la Palma de Gran Canaria, para algo tenían el mayor telescopio del mundo, de 10,4 ms.

Carmelilla, desde el Pico de una Veleta, en la Sierra de Filabres, solicitó otro secador colgante aerodinámico para que el pelo se lo dejase milimétricamente peinado e hiciese juego con el Alto Calar.

En Yenes (Guada), la excaliforniana Julie, se apuntó a la lista de pedidos, quería provocar la envidia de las radioastrónomas de la NASA, tan presuntuosas que se creían las más listas. Con ella también estaban May y Gracia, esta última se había llevado una red de despistes ocasionales, no quería renunciar a su solicitud del secador aerodinámico.

Carmela, desde la Estación Roble Chavela, pensaba que había que estar chaveta para ponerse una venda en la cabeza y privarse de llevar la melena al viento, teniendo aquel invento. ¡Uff! Le había salido un pareado, era poeta. Carla, su compañera, le dijo que estaba como una cabra y Carmencita que llegaba en aeroplano desde Madrid lo corroboró, sólo le faltaban las antenas.

Carmina, no lo tenía nada fácil, era su cumple y se quedó en Onís contando luceros, le hubiese gustado ir a la Montaña Cabreja, para visitar a su amiga Nanny Espinal, desde allí le sería más fácil pedir otro secador colgante multifunciones.

Maica, la Valkiria del Astronauta, le dijo a su Antoine que estaría unos días fuera, ahora que el túnel metacarpiano lo tenía curado iría a San Fernando a tocar las palmas, ensayaría con su amiga Mamen.

Entre la Red del Espacio Profundo y la Estación de Seguimiento de la OTRA, los mensajes no dejaban de cruzarse tratando de detectar la clave de lo que aquel invento suponía.

En la NASA se preguntaban si tendría algo que ver con la palabra CARMEN, eran mayoría las Carmenes detectadas en los distintos Observatorios Españoles.

En la NASAL, la doctora Ros pensó que el tema se le estaba yendo del espectrógrafo de alta resolución. Los secadores multifunciones tardarían en ser fabricados y en el Cañaveral del Cabo se había corrido la voz. Solicitó a las observadoras que contaran estrellas a través del doble canal transmisor y cantaran el himno aristoliano, para no ser detectadas.

¡Eureka, Eureka!
Esto es mejor que montar en tricicleta,
después de un chaparrón,
con bizcocho y garrafón.
La NASAL y el PEPA son de lo mejor.

Ros de Aristolío
(R.J.M./14.10.14)



miércoles, 6 de julio de 2016

EL CANGREJO DE CÁNCER

                                                                
   
   
Después de tres años y un día de estudios becarios. Mariano el astronomiano, aprobó el examen de Astrólogo con una puntuación raspada. A petición de aristolian@s seguidores de la N.A.S.A.L. (Nadie Avanza Sin Alegría Luminosa) Estas fueron las predicciones de entonces, año 2013, ya se sabe que los Cáncer como buenos cangrejos van pasito a paso y son muy tenaces. ¿Se cumplieron los pronósticos?.

En 2013, la Luna Nueva llegó un poco adelantada, el 8 de julio, pero después de once años y un día de estar en el mismo sitio, no es de extrañar que se decidiera. Había llegado el momento estelar en el cual Júpiter, el Sol y la Luna han formado un trío y conectan con Urano y Plutón (el desaparecido) llegando a ser una T cuadrante. Tan difícil como cuadrar las cuentas después de las rebajas.

AMOR: Justo cuando la Luna se ponga el vestido nuevo para ver al Sol, llegará Mercurio. Ya se sabe que al igual que las emociones, sube y baja, el andante alado tendrá mucho trabajo con los Cáncer y su tendencia a la melancolía, a meterse en el caparazón y terminar produciendo claustrofobia. Cuidado con las tenazas, te pueden asfixiar dulcemente.

SALUD: Por si fuese poco, llega Saturno, el que se comía a sus hijos y muestra implacable los colmillos. Si te miras al espejo y te ves algo churrascado, bueno será no mirar y echar a andar para delante aunque vengas deprisa y corriendo luciendo las pantorrillas. A falta de piscina, buscad un barreño, palangana o balde con agua y poned los callos a remojar después de tanto andar.

TRABAJO Y DINERO: Mercurio, el paseante alado tendrá que vérselas con cangrejos y cangrejas y ahí..., ponte a temblar si piensas que solucionaste el papeleo. "Un pasito p´alante, María; un dos, tres, un pasito p´atrás" Todo un sin vivir y vuelta a empezar, lo ideal será que enciendas una barbacoa con los papeles, excepto los que tienes en la cartera de piel de cocodrilo. Consigue unas alas y vuela hasta las islas Caimán, también pueden ayudarte a volar en dirección contraria hasta la Giralda.

Sea invierno o verano, si se cumplieron o no tus sueños,
en cualquier caso. ¡Pásalo chachi piruli!
Viajar a Aristolio tiene su encanto.

Dra. Rosmar (R.J.M./13.7.13)

































domingo, 21 de febrero de 2016

6. SABOR A LÁGRIMAS



El sabor de las lágrimas

  ¡ Hola viajer@s aristolian@s! Todos hemos llorado alguna vez en nuestra vida, seamos adultos o niños, hombres o mujeres, unas más que otros; aunque sea de manera oculta. La ciencia afirma que sí son distintas las lágrimas reflejas de las lágrimas emocionales, las primeras están formadas por un 98% de agua, las segundas contienen varios compuestos químicos, entre ellos hormonas y una endorfina que alivia el dolor y mejora el ánimo. Así pues, se llora para liberar hormonas y toxinas que se acumulan durante momentos de emoción intensa.

   Aunque no lo creáis, en mayo de 2012 sabiendo esto, una empresa londinense, decidió usar este líquido salado, lanzando una serie de condimentos elaborados, que según afirmaban contenían: "lágrimas humanas, frescas y ligeramente hervidas"No sólo existen diferentes especias de sal de lágrimas, que decían ser "recolectadas a mano", sino también de diversos colores para distinguirlas. La colección de sal de lágrimas es un producto real y se vendía o se vende (dado el tiempo transcurrido desde su lanzamiento), en un local de Londres que presume de ser la única tienda proveedora para "monstruos gourmet de todo tipo".

    Así que si quieres probar tu comida sazonada con lágrimas de una u otra manera, no tienes más que solicitarla; aunque es probable que su precio unos 37 €uros, te haga llorar previamente. Son frasquitos de cristal tapados con un corcho y su supuesto origen de lágrimas humanas, "no es más que un toque original con el que llamar la atención". Ahora comprenderéis por qué anteriormente, la doctora Ros decía que los aristolian@s se harían ricos. Aquí tenéis una gama de sabores lacrimosos: Sal con lágrimas de enfado, pelando cebollas, lágrimas exprimidas con coraje, por la risa o producidas por el dolor.


(Rosa del Aire/20.2.16)




jueves, 18 de febrero de 2016

5. LLANTO POR PLUTÓN


    Plutón y Creonte

       El cosmonauta Antonio no dejaba de girar el telescopio. Caronte, la gran luna de Plutón, sólo mostraba una cara al planeta, durante años se había creído que era la única luna de Plutón, hasta que empezaron a descubrir las lunas a pares, Hidra y Nix en el 2006 y cinco años después Kerberos y Styx,
       A Natacha, la astrofísica, le había sonado el móvil y cuando acabó de hablar, parecía un manantial inagotable de lágrimas.
    -   ¡Pobre Pluto! Se habrá perdido buscando sus pelotas. ¡No puede ser que haya desaparecido!.
       Antonio seguía mirando al infinito y le tendió un paquete de pañuelos. Ella cogió varios, secó las lágrimas y se limpió sonoramente la nariz, no cesaba de hipar.
    - Todo, porque en su camino orbital, los satélites se le pegaban como si fuesen pelotas adherentes y no supo limpiarlos de forma mágica -prosiguió hablando consigo mismo- Yo me disgusté muchísimo cuando en el 2006, mi amigo el astronauta Tancredi, propuso que le rebajaramos a planeta enano.
       Laura se acercó a Natacha y trató de consolarla.
    - Me hubiese gustado conocerlo, aunque me producen alergia.
    - ¿Alergia? -preguntó Antonio- Solo le has visto en fotografía.
    - Sí, -dijo Laura- en una de ellas, estaba jugando con sus pelotas.
    - ¡Vaya! No sabía que Plutón se dedicara a jugar con pelotas -Pedro estaba perplejo- He leído que su duración en el mapa ha sido de 76 años. Es que no somos nadie.
    - ¡Qué barbaridad! -dijo Natacha- No hay ninguno que llegue a tanta edad.., aunque tengan varias vidas. Se nota que no los conoces mucho.
       Mariano continuaba con la nebulosa verde en los ojos, la doctora Rosmar se había ido al laboratorio para seguir analizando el mojo picón y traerle, no se sabía qué pócima, para quitarle las alucinaciones. Él se entretenía haciendo juegos malabares con dos pelotas de tenis que, naturalmente, no veía y caían al suelo. Laura se inclinó hacia él y trató de coger una pelota que se le había caído, la pelota verde se interpuso en su mirada hacia el canalillo de la bata.

                                     UN ASUNTO DE PELOTAS

    - ¡Buah, buah, pobre Pluto! -Natacha no dejaba de llorar- ¿Qué hará sin sus pelotas?
    - ¡Mujer, no te pongas así! -dijo Antonio- Aunque sean pequeñas, seguirá teniendo las cuatro, no todos tienen tantas.
    -  A mi no me mires -dijo Pedro- yo tengo las justas.
       Mariano bajó la mirada, comentó en voz baja.
    - ¿Se me habrán puesto también verdes?
    - ¡Eso es bárbaro! -dijo Laura- Cómo me gustaría verlas..,
    - Cuando quieras...,
    - ¡Tiene mojones! -dijo Pedro- Lo que hacen algunos para que se les preste atención. ¿Dónde se habrán metido los demás?
    - Tienes razón -contestó Antonio- Mister Polen nos prometió una juerga y aquí estamos todos llorando.
       A Mariano le empezaron a temblar las piernas cuando vio que entraba la doctora llevando una cucharilla en una mano y un frasquito con un tapón de corcho, en la otra, se dirigió adonde estaba sentado Mariano.
    - No te preocupes, solo te haré unas preguntas – repuso ella- ¿Cuando comenzaste a ver verde?
    - Fue después de cenar en un restaurante. Mi churri, siempre dice que estoy de buen ver, pero que no me vendría mal adelgazar unos kilos, así que pidió para los dos: guisantes de lágrima, sobre nubes de rábano, con polvo de jamón.
    - Eso sería muy sano. ¿No? -observó la doctora mientras le limpiaba el ojo con un palito de algodón que exprimía en la cucharita y después lo vertía en el frasquito.
    - Sí, sí, el polvo de jamón era casi invisible y las lágrimas de guisantes se me cayeron sobre las nubes de rábano, cuando me trajeron la factura.
    - Así pues, estas lágrimas son por tacaño. No son por el mojo picón que te cayó en los ojos.
    - ¿Rácano, yo? Hubiese necesitado una lupa para poder ver la cantidad de comida.
       A Mariano se le caían gruesos lagrimones, no se sabía si era al recordar la factura o por efecto del picor. La doctora repetía una y otra vez la operación de retirarle las lágrimas con un bastoncillo que exprimió. Sacó otro frasquito y se acercó a Natacha.
    - ¿Puedo saber, por qué lloras tú?
    - Llora por la desaparición de Plutón -dijo Antonio- Cuestión de pelotas, a unos les sobra y a otros les faltan.
      El telescopio giró sin control, la astrofísica rompió a llorar descontroladamente, la doctora Rosmar trataba de serenarla, no podía recoger tantas lágrimas.
    - Tranquilízate mujer, ya verás como se dan cuenta de su error en la NASA y le devuelven su categoría.
       Entre hipo e hipo, Natacha acertó a decir.
    - ¡Yo no lloro por Plutón, es por Pluto mi gato! Ha desaparecido y se dejó las pelotas con las que le gustaba jugar. ¡Buaah!
    - Ya le he dicho que se habrá ido a dar un garbeo, como dicen los españoles. Apuntó Laura.
      En ese momento sonó el teléfono de Natacha y escuchó atentamente, dejó de llorar. La doctora se había alejado unos pasos de ella y se acercó de nuevo, cuando vio que una sonrisa se extendía por su cara.
    - ¡Acaban de decirme que le han visto dentro de una nave aeroespacial!
       Natacha se puso a llorar otra vez, no se sabía por qué y la doctora Ros sacó otro frasquito, al que le puso una nueva etiqueta.
    - ¡Qué maravilla! Nos haremos ricos - dijo enigmáticamente- Nada volverá a saber como antes.

    Rosmar (R.J.M/20.6.13)

martes, 1 de septiembre de 2015

4. REUNIÓN DE LA NASAL

                                      Caos del Cosmos

   Cuando la doctora Ros entró en la sala, Mariano se acercó a ella para preguntarle si había leído el informe, no fuese que después de haber realizado incluso el dibujo de los alienígenas verdes, no hubiese tenido tiempo de echarle un vistazo. La doctora dijo que sí lo había visto, pero recordó que en el alambique del laboratorio había dejado un virus. Se levantó, mientras, le comentaba que tendría que hacerle un reconocimiento. Se puso muy contento, eso de que le tocaran.., siempre le hacía sentir cosquillas.
   
   A continuación, Antonio, astronauta titulado, reconocido como tal, por ser hombre viajero y muy viajado. Y si no, que se lo preguntaran a su Valkiria que casi no le veía, con tanta barba. Fue el primero en intervenir, asegurando que en ninguna de sus incursiones astrales y astronautas, no recordaba haber visto tal planeta, aunque su cabeza era un caos.

   Mariano, el astrólogo no reconocido, le retiró la vista. ¿Qué sabría él? Sólo había estado en la constelación de Andrómeda y eso por equivocación. Bueno, también había estado en las Hoyetas Bramadoras del Domuyo, allá por la Pampa, pero eso no le daba autoridad para decir que no existiera el asteroide 2011-PJ326.

    Natacha, astrofísica de origen murciano, que se había hecho cambiar el nombre porque así sonaba más a rusa, sin ensaladilla. Experta en los giros del telescopio y en manejar como nadie el astrolabio, aseguró que en una ocasión y desde las nieves del Kilimanjaro había divisado un asteroide de color verde que daba vueltas elípticas como si fuese un planeta. De haberla tenido cerca, Mariano le habría dicho: ¡A mis brazos! así de emocionado quedó, pero eso no podía ser, porque hubiese tenido que saltar sobre la mesa y no estaría bien visto, así que dominó su fogosidad.

   Pedro, exoclimastólogo, por devoción a pepinos, tomates, patatas y bellotas, más que por afición a los climas. Preguntó, por terciar nada más y también para animarle: Qué nombre pensaba ponerle, no era caso que se quedara para siempre con lo de asteroide infante si él había sido el descubridor, él debía darle nombre.

   - Verás, amigo Peter, –a veces se tomaba esas licencias de cambiar de idioma- primero pensé ponerle Pujón, porque rimaba con mi interjección. Después pensé que iba a correr la misma suerte que Plutón, así que consulté con la almohada y me dije. ¡Pujolio!

   Laura, sentada frente a él, era la traductora del chino mandarino y otras lenguas extranjeras o muertas. Se quedó sin palabras, así que intentó el lenguaje de los signos. Arqueó la ceja izquierda y como no le salía se la subió con el dedo índice hacia arriba, lo que quería decir: ¡Oh! ¿Qué significa?, finalmente preguntó.

   - ¿Cuál lengua sel esa? -Se dio cuenta de haber utilizado el chino mandarino y volvió a preguntar- ¿Pujolio es nombre propio?

   Matilde, la Directora de saraos y eventos varios, casi siempre sin emolumentos, porque había que apretarse el cinturón y ya le faltaban agujeros. Saltó como si hubiese tomado impulso dirigiéndose a Mariano.

   - ¿Se puede saber qué nombre es ese?. Eso ni es nombre ni ná de ná. ¿Acaso no ves, que es un nombre difamatorio y denunciable? ¿Qué quieres, que sea el hazmerreír catastroférico? ¡Será el colmo del cosmos soltarán las risas, sin cortapisas...!

   - ¿Coltapisas? ¿Qué es eso? -Preguntó Laura, que se hacía llamar Lolta desde que estuvo en China.

   - ¿Será posible, que no sepas decir corta pisas? Es una restricción, un impedimento, un.., sería mejor que te dedicaras a contar estrellas.

   Todo eso lo dijo Matilde, sin perder la respiración, aunque decía que tenía asma, ¿o sería alma? Como entrenadora vital y, también muy echá p´alante, en ese momento se echó tanto, que Manuel pensó que le iba a dar un "yuyu" y le tomó la mano. Ella se levantó y dijo.

   - ¡Vamos! Estoy que echo lumbre y aprovecharé para cocinar.

   Manuel era hombre de pocas palabras, Jefe de bomberos y avituallamientos, en casos de emergencia, incluido pinche de cocina, aunque nunca pinchaba nada por sus pocas ganas de hablar sorprendió a todos, diciendo.

   - Matilde lleva razón, si se le pone ese nombre, será confundido con cierto personaje enano y el asteroide se quedará para siempre sin levantar cabeza, aunque sea muy grande.

   Mars, la Secretaria General de Asuntos privados, iba tomando nota de las intervenciones sin meterse en nada de nada, bastante quehacer tenía con limarse las uñas. Contó a los presentes, echó un vistazo al ordenador y preguntó.

   - ¿Ya han dado todos su opinión?

   Se miraron unos y otras. Natacha, la directora de giros en el telescopio que era muy observadora, lanzó la pregunta.

   - ¿Cuando dejarás de presumir de buena vista? No ves que faltan la doctora Ros y Míster Polen, deberías usar gafas.

   En la puerta de la sala de reuniones, Matilde y Josekar se cruzaron con la Doctora Rosmar, Directora General de la N.A.S.A.L., Médica titulada por Universidades varias, Especialista de Cabecera Interna e Investigadora Externa. Acababa de realizar un análisis sobre cierto virus encontrado en un mojo picón y llevaba un tubo de ensayo en la mano. Mati la puso al corriente de lo que habían hablado dentro y se marchó hacia la cocina, seguida del jefe de avituallamientos.

    Mariano preguntó a la doctora ¿Cuando me hará el reconocimiento?Esta le echó la cabeza para atrás y le miró la pupila enfocándole con una linterna, Mariano recordó un poema o algo así, que decía: clavando tu pupila azul en mi pupila.., ¿o sería otra cosa? No le dio tiempo a pensar en otro verso, comenzó a verlo todo verde, la doctora acababa de echarle una pizca del mojo verde picón, sin darse cuenta.

   - No te preocupes, -le dijo muy nerviosa- ahora te traigo algún desinfectante para aclararte. Por cierto, ¿dónde está Marco Polen?

   Todos sabían que Marco Polen, nunca estaba aunque sí que estaba. ¡Vamos! que no se movía de su despacho pero siempre tenía los monitores encendidos, para algo era el Gran Jefe de la N.A.S.A.L. Y el que ponía la "pasta", por eso en su ausencia le llamaban Míster E. Empresario Especialista En Empíricas Evasiones. En aquel momento, se encendió la gran pantalla y dijo:

- ¡Eureka, Eureka! Hoy puede ser un gran día, planteátelo así.

   La doctora Rosmar, tuvo la certeza de que Mister E no se había enterado de nada, al ver que tenía una copa en la mano.

- Y bien, miembros y mihembras de la N.A.S.A.L., continuaremos discutiendo sobre el nombre, pero antes brindemos con una copa para filosofar, ya sabéis que Nadie Avanza Sin Alegría Luminosa.

Todos se pusieron muy contentos y comenzaron a cantar el himno.

¡Eureka, eureka!
Esto es mejor que montar en bicicleta,
después de un chaparrón,
con bizcocho y garrafón
La NASAL y el PEPA son de lo mejor.



Mariano continuaba viéndolo todo verde.

Rosmar (R.J.M./13.6.13)




    

lunes, 8 de junio de 2015

3. UN PLANETA INDIGNADO


EL INFORME DEL PLANETA INDIGNADO


   Los miembros y mihembras de la Estación N.A.S.A.L. (Nadie Avanza Sin Alegría Luminosa) habían sido convocados para analizar el informe remitido al P.E.P.A.(Proyectos Espaciales Para Asteroides), no es que fuesen distintos organismos, pero quedaba muy rimbombante que la gente creyera que eran una nutrida organización.

   Allí estaban ellos y ellas dispuestos a leer el informe que Mariano, el aspirante a astrólogo, había enviado sobre su avistamiento de un asteroide, casi infante, perdido en la conjunción de la Osa mayor, allá donde se pierde el casto nombre y comienza el carro. El informe había sido escrito después de entrevistarse con plutonianos indignados.

   El informe, decía más o menos; que siendo un satélite de Plutón, al cual le habían quitado el nombre de planeta por no dar la talla y eso que tenía su propia luna. Los plutonianos a cuyo planeta denominaban 2011-PJ326, estaban muy enfadados y se habían puesto verdes por el mal óxido, debido a la degraduación de Plutón y si eso sucedía con uno que podía presumir de tener una luna llamada Caronte. ¿Qué iba a suceder con ellos que no tenían nombre reconocido, ni luna con la que bailar?

   Ellos tenían varios asteroides y visitaban a los vecinos, de ahí que hubiesen llegado a la Osa, sin saber si era la mayor o menor. Desconociendo que para los terrícolas el tamaño sí importaba, para demostrarlo ahí estaba el pobre Plutón, tirando asteroides por toda la galaxia.

   Por eso, querían que los terrestres fuesen de excursión a su planeta verde y les pusieran un nombre decente, nada de Io, ni Eris, porque ese nombre les había durado poco a los asteroides parenterales, después de enterarse que era una diosa guerrera y muy conflictiva. Más de un año terrenal llevaban así, sin nombre planetario, sin importar que cayeran en el negro agujero del olvido. Ellos querían ser felices como los terrícolas, pudiendo sembrar patatas y bellotas. Querían ser los primeros alienígenas con nombre propio.

   Estaban hartos de ser confundidos con un asteroide infante y no ser tenidos en cuenta. En fin, allí estaban ellos haciendo su reclamación.
                          ¡Por Plutón que lo conseguirían!

Firmaban: Alienígenas Indignados.



(Rosa de Aristolío)