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martes, 1 de septiembre de 2015

4. REUNIÓN DE LA NASAL

                                      Caos del Cosmos

   Cuando la doctora Ros entró en la sala, Mariano se acercó a ella para preguntarle si había leído el informe, no fuese que después de haber realizado incluso el dibujo de los alienígenas verdes, no hubiese tenido tiempo de echarle un vistazo. La doctora dijo que sí lo había visto, pero recordó que en el alambique del laboratorio había dejado un virus. Se levantó, mientras, le comentaba que tendría que hacerle un reconocimiento. Se puso muy contento, eso de que le tocaran.., siempre le hacía sentir cosquillas.
   
   A continuación, Antonio, astronauta titulado, reconocido como tal, por ser hombre viajero y muy viajado. Y si no, que se lo preguntaran a su Valkiria que casi no le veía, con tanta barba. Fue el primero en intervenir, asegurando que en ninguna de sus incursiones astrales y astronautas, no recordaba haber visto tal planeta, aunque su cabeza era un caos.

   Mariano, el astrólogo no reconocido, le retiró la vista. ¿Qué sabría él? Sólo había estado en la constelación de Andrómeda y eso por equivocación. Bueno, también había estado en las Hoyetas Bramadoras del Domuyo, allá por la Pampa, pero eso no le daba autoridad para decir que no existiera el asteroide 2011-PJ326.

    Natacha, astrofísica de origen murciano, que se había hecho cambiar el nombre porque así sonaba más a rusa, sin ensaladilla. Experta en los giros del telescopio y en manejar como nadie el astrolabio, aseguró que en una ocasión y desde las nieves del Kilimanjaro había divisado un asteroide de color verde que daba vueltas elípticas como si fuese un planeta. De haberla tenido cerca, Mariano le habría dicho: ¡A mis brazos! así de emocionado quedó, pero eso no podía ser, porque hubiese tenido que saltar sobre la mesa y no estaría bien visto, así que dominó su fogosidad.

   Pedro, exoclimastólogo, por devoción a pepinos, tomates, patatas y bellotas, más que por afición a los climas. Preguntó, por terciar nada más y también para animarle: Qué nombre pensaba ponerle, no era caso que se quedara para siempre con lo de asteroide infante si él había sido el descubridor, él debía darle nombre.

   - Verás, amigo Peter, –a veces se tomaba esas licencias de cambiar de idioma- primero pensé ponerle Pujón, porque rimaba con mi interjección. Después pensé que iba a correr la misma suerte que Plutón, así que consulté con la almohada y me dije. ¡Pujolio!

   Laura, sentada frente a él, era la traductora del chino mandarino y otras lenguas extranjeras o muertas. Se quedó sin palabras, así que intentó el lenguaje de los signos. Arqueó la ceja izquierda y como no le salía se la subió con el dedo índice hacia arriba, lo que quería decir: ¡Oh! ¿Qué significa?, finalmente preguntó.

   - ¿Cuál lengua sel esa? -Se dio cuenta de haber utilizado el chino mandarino y volvió a preguntar- ¿Pujolio es nombre propio?

   Matilde, la Directora de saraos y eventos varios, casi siempre sin emolumentos, porque había que apretarse el cinturón y ya le faltaban agujeros. Saltó como si hubiese tomado impulso dirigiéndose a Mariano.

   - ¿Se puede saber qué nombre es ese?. Eso ni es nombre ni ná de ná. ¿Acaso no ves, que es un nombre difamatorio y denunciable? ¿Qué quieres, que sea el hazmerreír catastroférico? ¡Será el colmo del cosmos soltarán las risas, sin cortapisas...!

   - ¿Coltapisas? ¿Qué es eso? -Preguntó Laura, que se hacía llamar Lolta desde que estuvo en China.

   - ¿Será posible, que no sepas decir corta pisas? Es una restricción, un impedimento, un.., sería mejor que te dedicaras a contar estrellas.

   Todo eso lo dijo Matilde, sin perder la respiración, aunque decía que tenía asma, ¿o sería alma? Como entrenadora vital y, también muy echá p´alante, en ese momento se echó tanto, que Manuel pensó que le iba a dar un "yuyu" y le tomó la mano. Ella se levantó y dijo.

   - ¡Vamos! Estoy que echo lumbre y aprovecharé para cocinar.

   Manuel era hombre de pocas palabras, Jefe de bomberos y avituallamientos, en casos de emergencia, incluido pinche de cocina, aunque nunca pinchaba nada por sus pocas ganas de hablar sorprendió a todos, diciendo.

   - Matilde lleva razón, si se le pone ese nombre, será confundido con cierto personaje enano y el asteroide se quedará para siempre sin levantar cabeza, aunque sea muy grande.

   Mars, la Secretaria General de Asuntos privados, iba tomando nota de las intervenciones sin meterse en nada de nada, bastante quehacer tenía con limarse las uñas. Contó a los presentes, echó un vistazo al ordenador y preguntó.

   - ¿Ya han dado todos su opinión?

   Se miraron unos y otras. Natacha, la directora de giros en el telescopio que era muy observadora, lanzó la pregunta.

   - ¿Cuando dejarás de presumir de buena vista? No ves que faltan la doctora Ros y Míster Polen, deberías usar gafas.

   En la puerta de la sala de reuniones, Matilde y Josekar se cruzaron con la Doctora Rosmar, Directora General de la N.A.S.A.L., Médica titulada por Universidades varias, Especialista de Cabecera Interna e Investigadora Externa. Acababa de realizar un análisis sobre cierto virus encontrado en un mojo picón y llevaba un tubo de ensayo en la mano. Mati la puso al corriente de lo que habían hablado dentro y se marchó hacia la cocina, seguida del jefe de avituallamientos.

    Mariano preguntó a la doctora ¿Cuando me hará el reconocimiento?Esta le echó la cabeza para atrás y le miró la pupila enfocándole con una linterna, Mariano recordó un poema o algo así, que decía: clavando tu pupila azul en mi pupila.., ¿o sería otra cosa? No le dio tiempo a pensar en otro verso, comenzó a verlo todo verde, la doctora acababa de echarle una pizca del mojo verde picón, sin darse cuenta.

   - No te preocupes, -le dijo muy nerviosa- ahora te traigo algún desinfectante para aclararte. Por cierto, ¿dónde está Marco Polen?

   Todos sabían que Marco Polen, nunca estaba aunque sí que estaba. ¡Vamos! que no se movía de su despacho pero siempre tenía los monitores encendidos, para algo era el Gran Jefe de la N.A.S.A.L. Y el que ponía la "pasta", por eso en su ausencia le llamaban Míster E. Empresario Especialista En Empíricas Evasiones. En aquel momento, se encendió la gran pantalla y dijo:

- ¡Eureka, Eureka! Hoy puede ser un gran día, planteátelo así.

   La doctora Rosmar, tuvo la certeza de que Mister E no se había enterado de nada, al ver que tenía una copa en la mano.

- Y bien, miembros y mihembras de la N.A.S.A.L., continuaremos discutiendo sobre el nombre, pero antes brindemos con una copa para filosofar, ya sabéis que Nadie Avanza Sin Alegría Luminosa.

Todos se pusieron muy contentos y comenzaron a cantar el himno.

¡Eureka, eureka!
Esto es mejor que montar en bicicleta,
después de un chaparrón,
con bizcocho y garrafón
La NASAL y el PEPA son de lo mejor.



Mariano continuaba viéndolo todo verde.

Rosmar (R.J.M./13.6.13)




    

lunes, 8 de junio de 2015

3. UN PLANETA INDIGNADO


EL INFORME DEL PLANETA INDIGNADO


   Los miembros y mihembras de la Estación N.A.S.A.L. (Nadie Avanza Sin Alegría Luminosa) habían sido convocados para analizar el informe remitido al P.E.P.A.(Proyectos Espaciales Para Asteroides), no es que fuesen distintos organismos, pero quedaba muy rimbombante que la gente creyera que eran una nutrida organización.

   Allí estaban ellos y ellas dispuestos a leer el informe que Mariano, el aspirante a astrólogo, había enviado sobre su avistamiento de un asteroide, casi infante, perdido en la conjunción de la Osa mayor, allá donde se pierde el casto nombre y comienza el carro. El informe había sido escrito después de entrevistarse con plutonianos indignados.

   El informe, decía más o menos; que siendo un satélite de Plutón, al cual le habían quitado el nombre de planeta por no dar la talla y eso que tenía su propia luna. Los plutonianos a cuyo planeta denominaban 2011-PJ326, estaban muy enfadados y se habían puesto verdes por el mal óxido, debido a la degraduación de Plutón y si eso sucedía con uno que podía presumir de tener una luna llamada Caronte. ¿Qué iba a suceder con ellos que no tenían nombre reconocido, ni luna con la que bailar?

   Ellos tenían varios asteroides y visitaban a los vecinos, de ahí que hubiesen llegado a la Osa, sin saber si era la mayor o menor. Desconociendo que para los terrícolas el tamaño sí importaba, para demostrarlo ahí estaba el pobre Plutón, tirando asteroides por toda la galaxia.

   Por eso, querían que los terrestres fuesen de excursión a su planeta verde y les pusieran un nombre decente, nada de Io, ni Eris, porque ese nombre les había durado poco a los asteroides parenterales, después de enterarse que era una diosa guerrera y muy conflictiva. Más de un año terrenal llevaban así, sin nombre planetario, sin importar que cayeran en el negro agujero del olvido. Ellos querían ser felices como los terrícolas, pudiendo sembrar patatas y bellotas. Querían ser los primeros alienígenas con nombre propio.

   Estaban hartos de ser confundidos con un asteroide infante y no ser tenidos en cuenta. En fin, allí estaban ellos haciendo su reclamación.
                          ¡Por Plutón que lo conseguirían!

Firmaban: Alienígenas Indignados.



(Rosa de Aristolío)

jueves, 19 de marzo de 2015

2. LA OSA MAYOR Y LOS ARIES


      Así quedaba el horóscopo de Aries, según Mariano, el aspirante a   astrólogo. Teniendo en cuenta la posición del Lobo respecto a la Osa, los nativos de Aries están expuestos a mordiscos en las partes traseras, o salvas sean las partes.

  AMOR: Los arianos y, sobre todo, arianas; habrán de tener cuidado al juntarse con aquellos signos que tengan un animal dentro de sí, lease: Tauro, Cáncer, Leo, Escorpio, Capricornio, Piscis y si ya están ayuntados, lo mejor será desembarazarse de ellos/as y arrojarse en un acuario. De lo contrario, la emprenderán a topetazos como carneros y habrá llanto y crujir de cuernos y osamentas. Lo mejor será disfrazarse de perrito piloto, para que no le confundan con un Lobo o loba.

  TRABAJO: Seguramente pensaba que su superproyecto chachi y supermágico les iba a impactar y se iban a quedar como un papamoscas, pero no ha sido así. ¡Pase mogollón del tema, ellos se lo pierden! Y si el lunes tiene que ir a trabajar, no lo rechace, puede ser la oportunidad de su vida, sobre todo, si tiene que salirse de la cola del paro. Recuerde que el Lobo acecha a la Osa.

    DINERO: Entre el martes y el miércoles, a los nativos de Aries les propondrán un negocio espectacular. Los susodichos nativos, si ven el negocio clarísimo, de verdadera ganga, deben aceptarlo sin mayores reparos. Pero si se nota a la legua que es el timo de la estampita, deben rechazarlo, más que nada por el qué dirán. También deberan tener cuidado con los atracos de mano enguantada o sin guante, puede producir quiebras fraudulentas y por ende desarreglos estomacales, sobre todo si los atracos son de poca monta para el atracador.

    SALUD: Los nativos que hoy nos ocupan han de procurar comer pocos mariscos, tales como ostras, langostas, cigalas y percebes, sobre todo si son cortitos de cartera, les puede sentar mal. Asimismo deberán evitar viajar a pueblos con honduras, como es sabido, estos pueblos son propensos a los terremotos, o sea nada de subirse a la montaña que luego tienen que bajarla.

   Después de enviar el horóscopo de los arianos, Mariano subió hasta el cerro para recuperar su bicicleta, el catalejo, los prismáticos.., todo había desaparecido, sólo quedaba un gran círculo "quemado", ni rastro de sus objetos, ni siquiera la botella de agua. De nuevo tuvo que bajar andando. Sus estornudos se perdían en el espacio, la primavera había llegado.



Rosmar (R.J.M.)



1. EL ENCUENTRO EXTRATERRESTRE


   Todo comenzó un anochecer de marzo, cuando Mariano, aspirante a astrólogo en cursos por correspondencia veía que no pasaba de astronomiano. Se compró un catalejo de bajo alcance con alta precisión y decidió estrenarlo junto con los prismáticos. Subiría a la cima de la montaña cercana para mirar las estrellas, mientras iba cavilando qué podría poner en la revista, le habían contratado para escribir el horóscopo y se acercaba el signo Aries, sólo se le  ocurría augurar catástrofes.

   Subía la ladera del cerro, tan raudo y veloz que creía ser ET Mariano resollaba cada vez más, montado en la bicicleta a la que había añadido dos ruedecitas y un transportín para poner la mochila y una linterna para ver el camino. Ese día se había enterado por casualidad, que esa misma noche, porque los astros no se dejan ver así como así, ya se sabe lo muy suyos que son. Decían, que la Osa Mayor entraba en conjunción con un planeta enano, satélite de Plutón, que todavía no tenía ni nombre, una cosa bastante habitual; no vienen bautizados. 

   El astronomiano llegó a la cima, de lo que en su opinión era una montaña y no pasaba de ser un cerro, se sentó en una piedra, pensó que en vez de haber subido allí, debería haber bajado a la playa, donde las vistas eran mejores. ¡Dónde va a parar! Abajo todo eran sirenas varadas en la arena, cuando lucía el sol, aquí no había samaritana ninguna que quisiera compartir una botella, por muy cerca que se viese la estrella de Venus.

   Todo fuese por lograr el carnet de astrólogo, antes de llegar a la jubilación. Aún no había terminado de extender el catalejo, cuando.... ¡Por pluto! Una luz verde azulada se extendió por toda la cima incluyendo los árboles, de pronto se vio rodeado por una docena de extraterrestres y... ¡No, no podía ser! Pese a tener el aspecto de gnomos verdes, se lo llevaron en volandas hasta un platillo volante.


   ¿Cuánto tiempo lo tuvieron allí? No podía saberlo con exactitud, el tiempo se le pasó volando, tal vez fuesen tres horas o tres minutos. El caso fue, que en menos que canta un gallo, de haberlos habido, se encontró a la puerta de su casa y sin despeinarse un pelo. ¡Aquello era alucinante!

   Al entrar en su casa, fue a llamar por teléfono a su exmujer, pero la batería se le había descargado, tampoco pudo hablar con la P.E.P.A., revista de Proyectos Espaciales Para Autónomos. Estaba muy cansado, como si hubiese estado viajando varias horas con su bicicleta por la montaña. Por cierto, se lo había dejado todo en la cima, debería ir a recogerlo todo y andando. Respecto al horóscopo de Aries, tendría que entregarlo tal y como estaba, en esta vida, no todo iban a ser buenos augurios.


   ¿Habría sido un sueño? Fue a acostarse y al quitarse el pantalón, vio una especie de papiro en el que estaba escrito el mensaje que le habían entregado aquellos enanos verdes. Soñó con ellos.



Rosmar  (R.J.M./19.3.15)